En psicología esperamos que se logre atravesar este proceso de una forma natural (negación, ira, negociación, depresión y aceptación) que de por si lleva implícito la salida misma del duelo en unos tiempos límites que de extenderse indican la necesidad  de abordar una intervención terapéutica a la brevedad.

La duración del “duelo” es particular a cada persona, sin embargo podemos decir que esperamos notar cambios positivos en un promedio de 3 meses y normalización de la conducta (en los casos más comunes) entre 6 meses y 1 año. Casos excepcionales pueden tener duraciones más extensas.

La sintomatología es variada y puede incluir episodios de ansiedad y ataques de pánico así como también ira, culpa, miedo, confusión, llanto, mareo, taquicardia, alucinaciones y problemas para conciliar el sueño, entre otros.

Asistir a terapia psicológica es indispensable si el duelo se ha extendido más allá del tiempo esperado o si la sintomatología está interfiriendo negativamente con el entorno social o somatizándose en afecciones físicas.

En terapia de duelo trabajamos sobre la aceptación de la perdida, identificación y experimentación de los sentimientos y reconciliación emocional entre otros aspectos.